LA MUJER SEGUN LA BIBLIA
Introducción:
En las Escrituras, se revela claramente la importancia de la mujer en el plan de Dios; así como la posición que le corresponde ocupar. La ignorancia sobre este tema, es causa de que la mujer sea menospreciada o relegada a un plano secundario aún dentro de los círculos cristianos.
En las Escrituras, se revela claramente la importancia de la mujer en el plan de Dios; así como la posición que le corresponde ocupar. La ignorancia sobre este tema, es causa de que la mujer sea menospreciada o relegada a un plano secundario aún dentro de los círculos cristianos.
Existen algunas preguntas que necesitan respuesta y vamos a encontrarlas en la palabra de Dios. También existen ideas erróneas que deben ser sustituidas por la verdad revelada por el creador de la mujer, quien también es nuestro creador.
I. LA POSICION ORIGINAL
A. LA CREACION DE LA MUJER.
Según el registro bíblico, Dios creó a la mujer después de crear al hombre (Gen.2: 18, 21-23); pero el punto más importante de la creación de la mujer, es que ésta fue creada por causa del varón (1Cor.11:9).
Dios hizo una mujer y la trajo al hombre, y la hizo de su mismo cuerpo para que la amara. Cuando Adán supo que había sido tomada de él, dijo: esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne (Gen.2:23).
La mujer no fue un invento improvisado y su creación no fue una casualidad; ella era parte del plan de Dios cuando hizo al hombre. Podemos estar seguros de esto porque sin la mujer Adán no podía reproducirse.
*LA MUJER ERA PARTE IMPORTANTE DEL PLAN DIVINO DESDE EL PRINCIPIO.
También podemos notar que la mujer estaba incluida en el plan de Dios, por sus palabras cuando dijo: hagamos al hombre (Gen.1:26), ya que la palabra hebrea para hombre es: Adam, y esta tiene un significado más amplio que es: ser humano (Esta palabra suena igual y podría estar relacionada con la palabra hebrea para tierra; Adamah).
Entonces resulta, que al sustituir la palabra hombre por humano; obtenemos un sentido más claro, porque de esta manera se incluye a la mujer cuando se menciona al hombre.
“Y creó Dios al humano a su imagen... varón y hembra los creó.” (Gen.1:27)
“El día que creó Dios al humano, a semejanza de Dios lo hizo.” (Gen.5:1)
“Vio Jehová que la maldad de los humanos era mucha...” (Gen.6:5)
Resulta muy lógico pensar que antes del diluvio; tanto hombres como mujeres (humanos), estaban llenos de maldad y no solamente los hombres.
Todo esto tiene sentido al leer Gen.5:2; donde encontramos que: " varón y hembra los creó, y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán." Dios los llamó: Adam, no como un nombre personal sino de identificación como humanos.
B. LAS FACULTADES DE LA MUJER.
Según Gen.1:28; Dios habló con el hombre y la mujer que había creado, mandándoles que fructificaran y llenaran la tierra, también les dijo que la sojuzgaran y que se enseñorearan de los peces, de las aves y de todas las bestias. Esto significa que la mujer poseía las mismas facultades que el hombre con relación al resto de la creación.
Ella recibió dominio y podía enseñorearse de todas las criaturas al igual que el hombre, ya que dentro del plan original la mujer fue llevada ante el hombre para que fuera su compañera y ayuda idónea.
Dios le dio dignidad a la mujer en la creación, la hizo de una de las costillas del hombre, simbolizando el lugar que le correspondía; junto al hombre, bajo su cobertura. La mujer no fue hecha de la cabeza, para que no ejerciera autoridad sobre el hombre, ni tampoco de sus pies para que no fuera humillada por el hombre.
Bajo la perfección de la creación original, el hombre y la mujer vivían en armonía, pues cada uno mantenía su posición.
II. EL CAMBIO DE POSICION
A. EL PECADO DE LA MUJER.
La astucia de Satanás le permitió engañar a la mujer; él contradijo la palabra de Dios y ella le creyó. Eva conocía la advertencia divina y sabía que la sentencia era la muerte, sin embargo le resultaba atractivo el adquirir conocimiento.
El pecado de ella fue querer mejorar su posición, querer alcanzar sabiduría; y por un momento llegó a estar segura de que la alcanzaría a través del fruto prohibido.
Satanás mezcló la verdad con la mentira y esto confundió a Eva. Podemos notar que él le dijo: serán abiertos vuestros ojos y ciertamente se abrieron (Gen.3:7), también le dijo: y seréis como Dios sabiendo el bien y el mal, lo cual fue confirmado por Dios en el verso 22.
La mujer siendo engañada incurrió en trasgresión (1Tim.2:14) y luego convenció al hombre para que comiera.
Satanás no apareció para convencer al hombre, esa tarea la delegó a la mujer. El hombre no fue engañado, él no debió comer del fruto, él no debía obedecer a la voz de su mujer sino a la de Dios (Gen.3:17).
B. LAS CONSECUENCIAS DE SU PECADO.
Según lo escrito en Gen.3:16, las consecuencias que recayeron sobre la mujer incluyen cada una de las áreas de su ser.
1. Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces.
Tal parece que según el plan original de la creación, los dolores de la preñez serían mínimos comparados con los que ahora sufren las mujeres. Esta es la consecuencia física.
2. Tu deseo será para tu marido.
Esto implica la dependencia que la mujer tendría respecto al hombre. Otra versión lo traduce: Tu voluntad será sujeta a tu marido. Esta es la consecuencia moral.
3. Y él se enseñoreará de ti.
Aquí es donde la mujer pierde su posición, nunca antes Dios le dijo al hombre: tú serás la cabeza, o tú la mandarás. Esto sucedió por causa del pecado de Eva. Esta es la consecuencia espiritual.
Desde entonces y hasta el día de hoy, lo anterior describe la situación de toda mujer casada; y aunque la mujer no es una esclava para el hombre ni un ser humano de segunda categoría, la mujer debe entender que el hombre posee la autoridad; y muy especialmente en la relación matrimonial.
III. LA MUJER EN EL HOGAR.
Pablo escribió a los creyentes de Efeso: las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer. (Efesios 5:22).
* LA MUJER DEBE ESTAR SUJETA A SU MARIDO EN TODO, ASI COMO LA IGLESIA LO ESTÁ A CRISTO.
El hombre no debería de estar tratando que su mujer se someta; es una responsabilidad de la mujer sujetarse voluntariamente.
La mujer fracasó en el jardín porque quiso ser como Dios; la mujer fracasa en el hogar porque quiere ser como el hombre. Por eso Pablo escribió: "porque no permito a la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre" estableciendo así un principio de orden en el hogar.
Las palabras griegas usadas aquí son: ANER que significa realmente Esposo, y GYNE que significa Esposa.
A. SUS FUNCIONES.
En el hogar toda mujer debe desarrollar dos funciones: la de esposa y la de madre. Ella puede ejercer una influencia poderosa en la vida de su esposo y de sus hijos.
La tarea de una mujer en el hogar no es solamente física y su responsabilidad no es únicamente la de hacer tareas domésticas; esta solo es una parte la cual bien puede incluir a todos los miembrosde la familia.
La parte más importante de las funciones de la mujer en el hogar es: Ser de motivación permanente para su esposo y ser ejemplo para sus hijos.
La mujer cristiana debe practicar y enseñar a otras más jóvenes: El amar a su marido y a sus hijos, el ser prudente y casta y el ser cuidadosa de su casa (Tito 2:4).
B. LA DILIGENCIA.
Esta es una de las mayores virtudes de una esposa, la cual es muy enfatizada en Proverbios 31, donde entre otras cosas se lee:
Esta es una de las mayores virtudes de una esposa, la cual es muy enfatizada en Proverbios 31, donde entre otras cosas se lee:
- Con voluntad trabaja con sus manos
- Se levanta aún de noche
- Planta viña del fruto de sus manos
- Esfuerza sus brazos
- Aplica sus manos a la rueca
- Ella se hace tapices
- Hace telas y vende
- No come el pan de balde
Por lo tanto no es en vano que su marido también la alabe.
C. EL RESPETO A SU MARIDO.
Pablo menciona un punto de mucha importancia en Efesios 5:33; "la mujer respete a su marido". Es imposible que la mujer se sujete a alguien a quien no respeta. Aquí es donde comienza una buena relación entre marido y mujer.
Aunque en muchos casos la mujer tiene motivos justificados para no querer sujetarse, ni respetar a su esposo; la Escritura no añade condiciones.
La mujer debe recordar siempre que su esposo representa la autoridad y que ella no debe tratar de ocupar esa posición, ni oponerse a él.
IV. LA MUJER EN LA IGLESIA.
La Biblia habla de la mujer que ora o profetiza, (que habla con Dios o que habla de parte de Dios), lo cual es solo una parte del papel que la mujer puede desempeñar dentro de una congregación.
Como la mayoría de creyentes, la mujer deberá ocupar un lugar en un ministerio auxiliar de su congregación, independientemente del cual, ella debe recordar que sigue bajo la autoridad de su marido. El tener un privilegio en la congregación o aún dones espirituales no la colocarán jamás por encima de su esposo.
Un lugar muy especial para la mujer es como ayudante del ministerio de su esposo. Probablemente no exista ninguna persona mejor que ella para complementarlo.
A. EL ASUNTO DEL VELO.
En 1 Cor.11 el apóstol Pablo enfoca la costumbre del uso del velo por las señoras, aclarando luego la posición de la Iglesia. Tal parece que igual que hoy en día, esto era causa de desacuerdo entre los creyentes; aunque la mayor parte de creyentes que hoy imponen esta norma ignoran el fundamento real, la causa por la cual las mujeres de Corinto se cubrían.
Lo primero que debemos saber aquí, es que el contexto de esta situación es el matrimonio, ya que las palabras usadas son: Aner y Gyne.
1. Un principio de Autoridad. (v.3)Cristo es la cabeza de todo varón; el varón es la cabeza de la mujer; Dios es la cabeza de Cristo.
El hombre no es cabeza de toda mujer, sino solo de su mujer (Efesios 5:22). Pablo comienza a enfocar el problema del velo recordándole a la mujer (esposa), su posición respecto al hombre (su esposo).
Pablo está hablando no de todas las mujeres sino solo de las que están casadas.
2. El comportamiento de los esposos en la congregación. (v.4, 6)Si el varón se cubre para orar o profetizar, afrenta a su cabeza (Cristo), si la mujer ora o profetiza con la cabeza descubierta afrenta a su cabeza (Esposo).
La palabra griega para Afrentar es: Kataischuno; y también significa avergonzar.
Por eso Pablo escribió: "porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra (para no avergonzar a su marido).
Pablo conocía las costumbres de aquel lugar y sabía perfectamente que a una mujer le era muy vergonzoso cortarse el cabello.
Entre los Corintios también resultaba vergonzoso para un hombre, que su mujer orara o profetizara sin cubrirse la cabeza, porque al hacerlo así daba a entender que no estaba bajo autoridad de marido.
En la ciudad de Corinto, cubrirse la cabeza era la señal que indicaba que las mujeres tenían esposo. Pablo entonces reconoce que es aplicable dentro de la congregación cuando la mujer orara o profetizara.
3. La señal de autoridad en la mujer (v.7, 10)Pablo reconoce desde el verso 7 al 9, que tiene sentido que la mujer casada se cubra la cabeza y que el hombre no lo haga.
Él escribe que el varón no debe cubrirse porque él es imagen y gloria de Dios, porque él no procede de la mujer y tampoco fue creado por causa de la mujer.
Y que por las mismas razones, la mujer debía tener señal de autoridad sobre su cabeza, ya que ella es gloria del varón, procede del varón y fue creada por causa de él.
4. ¿La contradicción de Pablo? (v.11)Pero en el Señor... Hasta el verso 10 Pablo les había dado la razón a los Corintios sobre su costumbre de que la mujer casada tuviera señal de autoridad, pero en este verso parece que comienza a contradecirse, estableciendo dos puntos principales.
a) Que en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón. Esto significa, que según el evangelio, para Dios ya no hay diferencia entre un hombre y una mujer (Gal.3:28).
b) La enseñanza de la naturaleza es que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello, por el contrario a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
5. El velo era una costumbre de los Corintios.Pablo hace coincidir el uso del velo de la mujer casada de Corinto, con una cabellera larga que cubra su cabeza. Y establece claramente que su uso era una costumbre innecesaria dentro del evangelio o de las Iglesias, por la cual ni siquiera se debía contender.
V. LA MUJER EN EL MINISTERIO
Desde el punto de vista divino, la mujer puede tener un lugar dentro de un ministerio; O aún más, su propio ministerio. El no reconocer esto ha causado que en muchas Iglesias evangélicas la mujer sea relegada o ignorada totalmente, de modo que ellas no tienen participación en la obra de Dios.
Sin embargo la comisión dada por el señor en Mateo 28 y Marcos 16 incluye hombres y mujeres.
*LA VOLUNTAD DE DIOS ES QUE LA MUJER MINISTRE TAMBIEN A OTRAS PERSONAS.
El punto importante aquí es definir desde qué posición podría ser aceptable que una mujer ministre, ya que existen doctrinas opuestas; desde aquellos que menosprecian la obra que una mujer puede realizar, hasta la de aquellos que colocan mujeres en posiciones de liderazgo, como Ancianas y aún como Pastoras.
A. OBJECIONES PARA QUE LA MUJER MINISTRE.
Existen algunos versos que son mal interpretados o aplicados y de esa forma sirven de apoyo para no dar lugar a las mujeres dentro de los ministerios.
1. Una mujer no puede enseñarle a hombres (1Tim.2:11-12)
Esta escritura no determina que ninguna mujer debe enseñar a ningún hombre, sino que trata de la relación entre esposos, en la cual ella debe de estar sujeta a él; no debe pretender enseñarle y mucho menos ejercer dominio sobre él. Aquí el enfoque es de orden en el hogar.
2. La mujer no debe participar en el desarrollo del culto (1Cor.14:34)
¿Debe la mujer permanecer callada en la congregación?
La respuesta es Sí, al igual que todos los hombres para mantener el orden. El punto que el apóstol trata aquí es el desorden causado por las mujeres en las congregaciones, cuando preguntaban a sus maridos lo que no entendían (v.35). La mujer tenía y tiene todo el derecho de aprender, pero no debe causar desorden hablando con su marido mientras se predica la palabra de Dios.
B. EVIDENCIA BIBLICA DE MUJERES MINISTRANDO.
Ministrar significa servir; y si las mujeres no pudieran ministrar a otros, Dios hace acepción de personas (lo cual no es verdad). Ya que existen varios ejemplos bíblicos del trabajo de las mujeres, tanto en el A.T. como en el N.T. lo cual revela que Dios respalda su servicio.
1. Mujeres servidoras del A.T.:
DÉBORA, la mujer de Lapidot; profetisa y gobernante de Israel, fue un instrumento de Jehová para derrotar a los Cananeos (Jueces 4: 1-24).
MARIA, hermana de Aarón y Moisés, es llamada en Éxodo 15:20: la profetiza. Ella dirigió la alabanza de las mujeres con panderos y danzas después de que los judíos habían atravesado el mar en seco.
HULDA, la mujer de Salud; profetisa, fue usada por Dios para dar a conocer su juicio. Es notable la actitud del rey Josías, quien mandó al sacerdote Hilcías y al escriba Safán a consultar a Jehová por medio de Hulda (2 Crónicas 34:22)
ANA, la viuda, hija de Fanuel; a pesar de su edad tan avanzada, no se apartaba del templo sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Ella fue la primera en predicar a Cristo (Lucas 2:36-38).
De todos estos ejemplos el más notable es Débora ya que ella juzgaba al pueblo; pero además guió a los hombres de Israel a una batalla contra el ejército de un reino que había oprimido a Israel por 20 años y que poseía 900 carros herrados.
2. Mujeres servidoras del N.T.En el ministerio de Jesús hubieron mujeres involucradas; desde aquellas que le servían de sus bienes (Lucas 8: 2-3), hasta las que predicaron por primera vez el mensaje de la resurrección (Mat.28: 1-10).
Y aunque no hubo ninguna mujer entre los 12 Apóstoles, esto no significa que no haya ningún lugar para ellas dentro del ministerio, ya que en Cristo Jesús no hay varón ni mujer (Gálatas 3:28)
Los que fuimos bautizados en Cristo, de Cristo estamos revestidos (Gal.3:27-28). Dios no ve la debilidad externa de la mujer, no ve su condición temporal como mujer, sino que ve a un miembro del cuerpo de Cristo.
Y si en el A.T. Dios usó a mujeres dentro de ministerios proféticos, con mucha más razón en el N.T. Hoy hay mujeres de Dios que hablan de parte de él, que tienen dones espirituales y que ejercen un ministerio.
El fundamento de esto es el derramamiento del Espíritu profetizado en Joel 2, el cual incluye hijas y siervas.
Esto parece oponerse al enfoque del A.T. donde las mujeres estaban relegadas; y a pesar de que hubo una leve participación en ministerios públicos, se percibe el menosprecio hacia ellas, ya que por ejemplo comparar al hombre con una mujer era muy denigrante (Is.19:16), y que el pueblo fuera gobernado por mujeres era una maldición (Isa.3:12).
Algunos ejemplos de mujeres sirviendo son:a) Las hijas de Felipe (Hch.21:8-9) El evangelista Felipe tenía 4 hijas las cuales tenían el don de profecía.
b) Priscila, esposa de Aquila (Hch.18:2) Ella y su esposo fueron colaboradores de Pablo (Hch.18:18 y Rom.16:3).
Enseñaron a Apolos sobre el camino de Dios y llegaron a tener una Iglesia en su casa (1Cor.16:19).
c) La hermana Febe (Rom.16:1) Reconocida como diaconisa en la Iglesia de Cencrea.
d) María, Trifena, Trifosa y Pérsida (Rom.16:6-12). Obreras de la Iglesia de Roma.
e) Evodia y Síntique (Fil.4:2-3). Pablo las reconoce como combatientes del evangelio.
3. La mujer; soldado de Cristo y coheredera con él.
La profecía debe cumplirse; las mujeres tienen participación en el desarrollo de la Iglesia, enseñando, evangelizando y predicando.
La visión profética del Sal.68:9 dice: "El Señor daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas."
El bautismo, la unción, los dones, las señales, etc. están disponibles para las mujeres creyentes.
*LA IGLESIA ES UN EJERCITO ESPIRITUAL; LA MUJER ES UN SOLDADO ESPIRITUAL.
La Biblia usa expresiones idiomáticas que parecen ser términos masculinos pero que en realidad incluyen a las mujeres; por ejemplo: 1Tim.2:4; Heb.9:27; Rom.8: 14-17. Esto constituye otra evidencia bíblica, de que en las áreas de servicio en la obra, las mujeres también están incluidas (2Tim.2:21, 1Tim.3:11 y Tito 2:3).
La Biblia usa expresiones idiomáticas que parecen ser términos masculinos pero que en realidad incluyen a las mujeres; por ejemplo: 1Tim.2:4; Heb.9:27; Rom.8: 14-17. Esto constituye otra evidencia bíblica, de que en las áreas de servicio en la obra, las mujeres también están incluidas (2Tim.2:21, 1Tim.3:11 y Tito 2:3).
Si las mujeres también se encuentran bajo el ataque espiritual del enemigo y están teniendo una lucha contra las potestades, principados y huestes; es porque son parte del mismo ejército al que pertenecen los hombres. Y por esta razón Dios ha provisto para ellas la misma autoridad, armas, respaldo, etc. que ha provisto para los hombres.
Además la Escritura también las incluye como coherederas (Rom.8:17; Efesios 3:6; 1Pedro 3:7).
Delante de Dios, todos tenemos los mismos privilegios y derechos; nuestra herencia es común, las promesas para los hombres son también para las mujeres.
*EN CRISTO YA NO HAY DIFERENCIA ENTRE VARON Y MUJER.
C. LA MUJER COMO UN DON DEL MINISTERIO.
Todas las mujeres creyentes, tienen su lugar dentro del ministerio de ayudas; sin embargo, algunas son más consagradas que otras y por ello tienen una unción mayor que las demás. Esa unción las capacita para ministrar a otras personas y aún hay otras que son establecidas por Dios como dones ministeriales.
1. ¿Puede la mujer ejercer cualquiera de los 5 dones del ministerio?
Esto es un punto muy delicado, muy conflictivo; porque para algunos ya es demasiado que una mujer se pare frente a la congregación y hable; pero otros instruyen bíblicamente durante un tiempo a mujeres y si se gradúan son nombradas Pastoras.
Algunos de los aspectos que deben tomarse en cuenta para poder tener una respuesta a la pregunta anterior son los siguientes:
Esto es un punto muy delicado, muy conflictivo; porque para algunos ya es demasiado que una mujer se pare frente a la congregación y hable; pero otros instruyen bíblicamente durante un tiempo a mujeres y si se gradúan son nombradas Pastoras.
Algunos de los aspectos que deben tomarse en cuenta para poder tener una respuesta a la pregunta anterior son los siguientes:
a) El Señor Jesús no llamó a ninguna mujer para el ministerio de Apóstol. No encontramos que él haya enviado mujeres entre los setenta. Y en el libro de los Hechos no hay ni una mujer que haya levantado o fundado una Iglesia.
b) Tampoco encontramos en las Escrituras a ninguna mujer establecida como Pastor de una Iglesia (solo hay pastoras de rebaños de ovejas). En una Iglesia donde la máxima autoridad sea una mujer; todos los hombres tendrían por cabeza a una mujer.
c) No hay ni una mujer que de manera personal e individual ejerciera el ministerio de Maestro.
Estos 3 dones mencionados, son posiciones de autoridad; y desde el principio Dios estableció que el hombre estuviera en autoridad y enseñara a la mujer.
De los cinco dones ministeriales, el don de Apóstol es la posición de máxima autoridad, pues abarca a todas las iglesias que sean fundadas por él; luego sigue el don de Pastor que es la máxima autoridad en una Iglesia local, y le sigue el don de Maestro que con la autoridad de la palabra, corrige, edifica, exhorta, amonesta, etc. a los creyentes.
Esta puede ser la razón principal por la cual el Señor no establece a una mujer sola en estos 3 ministerios, porque sería ponerla como cabeza de todos los hombres.
d) Pero en la Biblia sí encontramos mujeres ejerciendo el ministerio Profético, reconocidas como Profetisas.
e) También hay un ejemplo de la mujer en el ministerio Evangelístico: la mujer Samaritana que fue a la ciudad a testificar de Cristo a los hombres y muchos creyeron en él. (Jn.4:28-39).
En estos 2 ministerios no hay autoridad sobre las personas, sino solo el anuncio o proclamación de un mensaje que contiene inspiración o motivación profética, o las buenas nuevas de salvación.
2. Consideraciones Especiales.La mujer puede ejercer conjuntamente con su esposo los ministerios Apostólico, Pastoral y de Enseñanza, pues en este caso está bajo autoridad de su esposo y representa o complementa el ministerio de él.
A lo largo de la historia de la Iglesia podemos encontrar muchos ejemplos sobre esto, pero no es una regla. No es una imposición que la esposa del Pastor sea la Pastora; ella debe saber si tiene llamado.
A una pareja que trabaje en el campo misionero estableciendo o fundando iglesias, definitivamente que se les reconocerá como los Apóstoles.
3. Casos excepcionales en que una mujer sola es establecida en posiciones de autoridad.
En algunos casos y bajo circunstancias especiales, Dios levanta a una mujer sola para establecerla como un don del ministerio y le da autoridad y habilidad para ministrar aún a los hombres.
3. Casos excepcionales en que una mujer sola es establecida en posiciones de autoridad.
En algunos casos y bajo circunstancias especiales, Dios levanta a una mujer sola para establecerla como un don del ministerio y le da autoridad y habilidad para ministrar aún a los hombres.
Hay casos en que una mujer ha sido constituida como Pastor de una Iglesia. Esto la faculta para enseñar o guiar la vida de las personas incluyendo hombres, pero solo sucede en casos muy excepcionales, (cuando Dios busca un hombre y no lo encuentra). Ha habido casos de mujeres, que comenzaron como misioneras y terminaron siendo establecidas como pastoras de una congregación en países remotos y Dios las respaldó.
Ahora bien, si por ejemplo una mujer es Pastor de una Iglesia, debe ser evidente la unción y el respaldo de Dios en su vida para confirmar que el llamado es de Dios.
No basta el llamado u ordenación de parte de una congregación o ministerio; es decir, que una mujer no debe considerarse una Pastora porque en su congregación la prepararon y ordenaron como tal; si no cuando de una forma clara Dios la llame al ministerio y la respalde con la unción necesaria.
Probablemente la razón más fuerte por la que las mujeres no sobresalen en los ministerios de autoridad (Apóstol, Pastor y Maestro), sea que desde el pecado de Eva, las mujeres quedaron bajo la autoridad del hombre; y aunque en Cristo no hay varón ni hembra, todavía seguimos viviendo en el mundo y no se ha manifestado lo que hemos de ser.
En conclusión:
En el hogar la mujer debe estar sujeta a su marido en todo y como miembros de una congregación ella siempre debe honrarlo.
Por lo general las mujeres ocuparán posiciones auxiliares (pertenecen al ministerio de Ayudas), al igual que la mayoría de hombres; pero una mujer puede llegar a tener un llamado y una unción mayor o diferente a la de su esposo, en cuyo caso no estará bajo la autoridad de él sino del ministerio al que pertenecen; o a Cristo, si ella llegara a ejercer uno de los dones del ministerio.
Además, la mujer es llamada a ser ayuda de su esposo, lo cual incluye su ministerio; de este modo viene a compartir, complementar o más bien a reforzar dicho ministerio; y entonces encontramos parejas pastorales, parejas apostólicas, etc.
Ahora bien la posición ministerial de una mujer no la exime de sus responsabilidades de mantener su posición de sujeción como esposa.
“Y también sobre los siervos y las siervas, derramaré mi Espíritu en aquellos días” (Joel 2:29)
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